jueves, 8 de noviembre de 2012

La casa de Roma. Jesús Rodríguez Macías


Marcos vivía con sus padres. Trabajaba en una cafetería que estaba monte abajo en el pueblo. Tenía una novia en la ciudad y tenía pensado casarse con ella e irse ha vivir a Roma. Estaba mirando en el ordenador casas a buen precio y que estuvieran cerca de su nuevo trabajo en una sucursal bancaria, encontró una increíblemente barata y espaciosa, no podía desperdiciar la oportunidad y envió un correo a la dirección adjuntada diciendo que en dos semanas iba a visitar la casa.
La primera impresión que tuvo de la casa era que quería vivir allí, hablo con el dueño, era muy raro su comportamiento, pero no se preocupo y a las tres semanas volvió con su nueva mujer después de la luna de miel. Se acostaron y a al día siguiente Marcos comenzó en su nuevo trabajo, se fue muy temprano para organizar su despacho, y no quiso despertar a su mujer. 
Sara (así se llamaba su mujer) se levantó y empezó a ordenar la ropa en los cajones del dormitorio, vio que tenia algunas cosas que no necesitaba y fue al sótano, tardo un poco en encontrarlo, bajó y dejo las cosas que llevaba, vio un armario un tanto extraño, lo abrió, y encontró a cinco personas atadas por la corbata en la barra y totalmente desfigurados, llamó corriendo a su marido y escucho el móvil arriba, corrió por la escaleras, sonaba en el cuarto, entro corriendo y vio aliviada que se había olvidado el móvil en la mesita de noche. Llamó a la policía pero solo escucho una voz que decía “solo faltas tú, solo faltas tú,…”se giró y vio un rastro de sangre, lo siguió y vio algo que rodaba por el suelo y que bajaba por la escalera, se acerco y vio la cabeza decapitada de su marido, corrió para salir de la casa pero estaba cerrada, escucho susurros que le decían “lo que buscas está en la cocina…” fue allí y se acercó a la mesa “frío, frío…”,se acerco a la encimera,”caliente, caliente…”  abrió un cajón y vio la mano de su marido, lo sabía por que tenía el reloj que le había regalado su padre por la boda, abrió los otros tres y vio la otra mano y las dos piernas, se desmayó, se despertó en la cama y pensó que solo había sido un sueño notaba a su marido a la derecha se giró y vio el resto de cuerpo de su marido y en la pared una frase escrita con sangre que rezaba “te toca”.
 A la semana siguiente la policía vino, alertada por los compañeros de trabajo del marido, entró en la casa y se encontraron a la mujer colgando del techo, mutilada, con quemaduras y heridas de tortura, la policía entro en la cocina y se encontró al antiguo dueño comiéndose los restos de la mujer. El dueño era un asesino en serie loco que ponía anuncios en Internet para poder matar a sus victimas, fue condenado a cadena perpetua.
Basado en hechos reales.