lunes, 5 de noviembre de 2012

Historia de Juan Jiménez de Cisneros


        Hace ya menos de un año, en un internado de San Petersburgo, vivía una niña que se decía que la perseguían los demonios.

       Una noche desapareció un niño y así sucesivamente todos menos ella; por ello, la gente de San Petersburgo la consideró como una bruja y nada, la llevaron a la hoguera junto con sus padres, pero antes de expirar los tres al unísono gritaron una maldición (en un idioma que no me atrevo a nombrar) pero que significa algo como esto: Lamentaréis esto vosotros y todos vuestros descendientes.

      Esa noche el verdugo que quemó a los tres, empezó a oír ruidos en su casa, en el desván donde dormía su hijo y oyó a su hijo pegar un grito escalofriante, cogió una vela y subió corriendo y encontró la puerta cerrada, llamó a su hijo y no le respondía ni le abría, así que cogió un hacha y destrozó la puerta y se encontró la cabeza de su hijo en el suelo y su cuerpo colgando de la pared y al lado una palabra en ruso, era “месть” que significa venganza. Cuando bajo se encontró a su mujer muerta y la misma palabra en las sábanas y entonces el verdugo salió corriendo de la casa para gritarlo y avisarlo pero tropezó, cayó en un hoyo y murió.

     También habían muerto dos hijos y la mujer del alcalde, un hijo del juez que los juzgó, el leñador que proporcionó la leña gratuitamente para la hoguera y algunos más del populacho que habían apoyado a que murieran.
     
      Entonces decidieron llamar a un exorcista  del Vaticano. Cuando llegó empezó a purificar las casas con incienso y a  regarlas con agua bendita, bañó a todos los que habían tenido algo que ver con la quema de esas tres personas en agua bendita y los purificó con incienso.


      Esa noche, al exorcista le atacaron los espíritus de los tres que fueron quemados para intentar meterse en él pero el exorcista les burló y consiguió meterlos en una caja que estaba bañada en agua bendita y rápidamente fue al aeropuerto y cogió un avión para Roma para purificarlos y acabar con ellos. Un exorcista con más experiencia los trató y  actualmente se encuentran en una caja que está metida en una piscina de agua bendita, donde también hay muchas cajas llenas de demonios.