lunes, 4 de junio de 2012

Un diseño magnífico

Quizás alguna vez nos hayamos preguntado por el curioso diseño de unos animales sin patas que viven arrastrándose, generalmente por el suelo, los ofidios o serpientes. ¿Cómo pueden haber alcanzado tanto éxito en nuestro planeta? En realidad presentan un diseño muy adecuado. La falta de patas permite a estos animales la capacidad de meterse por rendijas y huecos donde sus homólogos los lagartos quedan encajados, por citar un ejemplo.
Una muestra de este magnífico diseño lo vengo experimentando desde hace unos años. Alguna vez que he encontrado una cría del género Natrixsp.la he colocado en una pecera durante unos días para fotografiarla y después soltarla (es ilegal en España capturar reptiles) he observado el siguiente fenómeno. La pecera tiene una altura de 50 cm mientras que la cría del ofidio no supera los 20 cm. Imposible pensar que la serpiente pudiera escapar de la pecera, ¿no? Pues menos mal que tenía tapadera el recipiente, porque durante esos días casi siempre encontraba la serpiente enroscada en un saliente de la tapadera. ¿Cómo había subido una altura más de dos veces superior a ella? Haciendo fuerza con el cuerpo sobre la esquina del recipiente. Una parte del cuerpo presiona mientras que la parte superior sube. A continuación al revés. La parte superior presiona mientras que la inferior sube… y así sucesivamente. (Dicho sea de paso, durante los días que tuvimos la pequeña serpiente en el club la vimos alguna vez matar algún renacuajo de Bufo sp. por constricción y comérselo. Todo un espectáculo).
La primera semana del mes de mayo, estando de campamento en Huesca, capturamos una serpiente de escalera de 2/3 de metro de longitud con intención de fotografiarla. Como era un poco tarde la llevamos a un cuarto de baño para que pasara allí la noche y poder hacer las tomas al día siguiente a la luz del día (y a continuación soltarla, por supuesto). Una vez en el cuarto de baño sellamos la puerta para que no se pudiera escapar y nos acostamos. Cual sería nuestra sorpresa cuando descubrimos a la mañana siguiente que no estaba!! Nos pusimos a mirar el cuarto de baño con detalle y descubrimos que solo podía haber escapado de una manera: escalando casi dos metros de altura y se hubiera metido por el sistema de ventilación. Si no fuera por los antecedentes que antes narraba del club no creería que una serpiente pudiera escalar hasta los dos metros. Pero así había sido. Algunos inquilinos que se encontraban en el otro ala del albergue (a más de 30 metros) nos contaron que de madrugada la habían encontrado en el cuarto de baño y habían huido de la habitación. Afortunadamente cuando fuimos a buscarla comprobamos que era la nuestra y confirmamos nuestra sospecha de que el animal había sido capaz de escalar semejante altura. Por fin,  después de hacer las dichosas fotos (¡cuánto había costado sacarlas!) soltamos al animal. Mientras que se alejaba en el césped me preguntaba cómo continuará su existencia. Seguro que con semejante diseño evolutivo no tendrá grandes problemas para salir de apuros…
Además de estas dos razones, daría una tercera para justificar la asombrosa capacidad de los ofidios de escalar. Con bastante frecuencia, en vías de escalada de varias decenas de metros y con pocos puntos de apoyo (por algo son vías de escalada… V+, VI…) se encuentran serpientes (o mudas de éstas) en los agujeros!!